SIGUIENDO LA ESTELA DEL V CENTENARIO DE LA 1ª VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES Y ELCANO
Actualizado: 23 feb 2022
LA Iª ETAPA CORUÑA / PORTOSÍN
La III Edición de la Discoveries Race seguirá el rumbo al Camino de Santiago; será una edición especial dedicada a la conmemoración del V Centenario de la primera circunnavegación a la Tierra, gesta liderada por los navegantes Magallanes y Elcano y que culminó en 1522 tras su regreso a España.
Estamos tremendamente ilusionados por volver a navegar en estas espectaculares Rías Altas, saliendo del RCN de la Coruña con rumbo al RCN de Portosín, no sólo por razones obvias de vecindad y amistad que nos unen, sino porque es sinónimo de reencuentro después de esta pandemia que nos impidió navegar juntos y de que la normalidad, más o menos, ha vuelto a nuestras vidas. Es un momento muy especial que esperamos que muchos navegantes Gallegos puedan compartir, uniéndose a la flota y navegando hacia Las Palmas de Gran Canaria.
NUESTA Iª ETAPA - A CORUÑA / PORTOSÍN
El 19 Julio (martes) – 16H00 – Salida de A Coruña / con destino a Portosín
Distancia 89 millas. El 20 Julio (miércoles) – 10H00 – Llegada límite a Portosín
REAL CLUB NÁUTICO DE LA CORUÑA
Desde el año 1927
El Real Club Náutico de La Coruña fue creado formalmente el 15 de abril de 1927, bajo la presidencia de Miguel Feijoo Pardiñas (que lo fue hasta 1936), como continuación del que se constituyó en 1916 en la misma sede de la Casa del Consulado.
Su objetivo fundacional era la promoción y práctica de todos los deportes náuticos, especialmente con el remo y la vela. Dos años más tarde fue inaugurado el primer edificio social, obra del arquitecto Antonio Tenreiro según un proyecto anterior de Mario Páez.
Al incrementarse el número de socios, así como las actividades del Club se hizo necesaria una remodelación de la sede y así en 1950 fue inaugurado el nuevo edificio cuyas obras dirigió el arquitecto Jacobo Rodríguez Losada.
Desde entonces y hasta la actualidad se han ampliado y modernizado las instalaciones portuarias y pantalanes hasta alcanzar los 353 puntos de amarre.
La creación de la Escuela de Vela, abierta a todos los ciudadanos, fue pareja al incremento de actividades náuticas con la organización de eventos a nivel mundial y que le han proporcionado al Club reconocimientos internacionales por regatas como La Solitaire du Figaro, la Mini Transat o la de Grandes Veleros, entre otras.
El fomento de la vela, premisa fundamental del Club, se cumple con el dato de que, por su Escuela de Vela, instalada en otro edificio, han pasado más de 30.000 jóvenes y de sus aulas han salido, además de grandes técnicos, campeones del mundo y campeones olímpicos.
EL FARO EN ACTIVO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO
La tarde no puede acabar en otro lugar que en A Coruña, donde hay que adelantarse al ocaso en la Torre de Hércules y aprovechar para echar un primer vistazo a la mítica Costa da Morte. La torre es de origen romano, aunque engaña con su revestimiento de piedra neoclásico, lo cual no le quita el mérito de ser el faro más antiguo del mundo en activo. A sus pies, además de la marejada, se divisa la antigua cárcel de Monte Alto, que los lectores de Manuel Rivas recordarán por su novela El lápiz del carpintero (2003).
"A CORUÑA FESTEJA"
Cuando el sol ya se ha sumergido en el mar, conviene pensar en volver al centro coruñés. En el edificio Prisma de Cristal, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología alberga la parte delantera y el tren de aterrizaje del avión que trajo de vuelta a España el mítico cuadro Guernica de Picasso. Las calles Barrera, Franja o Estrella, entre otras, son zona de tapeo. Habrá que comprobar lo que dice un famoso refrán: «Vigo trabaja, Santiago reza y A Coruña festeja».
EL ROMANTICISMO DE COSTA DA MORTE
Menos alegría evoca la Costa da Morte, un litoral inclemente, pero de indudable atractivo. Técnicamente empieza en Malpica de Bergantiños, a media hora de A Coruña. Las culturas antiguas creían que esta era la tumba del sol, pero en realidad lo ha sido de numerosos marinos, como atestiguan las cruces de piedra blanca que se enfrentan al viento en lo alto de las escolleras. Los naufragios no siempre fueron para mal; por ejemplo, en Camariñas hay una gran tradición de encaje de bolillos, técnica que según se cuenta enseñó la superviviente del naufragio de un barco italiano en agradecimiento por haberla acogido. Otra versión de la historia dice que los nobles gallegos del siglo XVII que volvieron de la guerra de Flandes regresaron en compañía de sus mujeres flamencas, expertas en la materia.
Lo que nadie discute es el aspecto romántico del faro del Cabo Vilán, a escasos cinco kilómetros de Camariñas. Fue uno de los primeros con luz eléctrica en la Costa da Morte y el hecho de situarse sobre un promontorio que se adentra unos cien metros en el mar crea una imagen de postal. Este no es buen sitio para darse un baño, pero la cercana playa de Espiñeirido, en el municipio de Muxía, es ideal.
PASANDO POR FINISTERRE
El Santuario de la Virgen de la Barca, lugar de peregrinaje. La barca en cuestión es un conjunto de monolitos en los que supuestamente llegó navegando la Virgen para infundir ánimos al apóstol Santiago.
Hay quien les reconoce propiedades curativas y adivinatorias, y es que la magia siempre anda cerca cuando se viaja por Galicia.
Hasta el cabo Finisterre o Fisterra tiene la suya. Los romanos se equivocaron al pensar que se trataba del punto más occidental del mundo conocido, cuando en realidad lo es el Cabo Roca, en Portugal. Sin embargo, el cambio de posición del eje de la Tierra respecto al sol en cada estación hace que, dos veces al año, aquí se puedan ver los últimos rayos del día de todo el continente. En verano, el fenómeno ocurre entre el 18 de agosto y el 19 de septiembre.
Entre las muchas excursiones que ofrece la Costa da Morte, merece especialmente la pena la senda que serpentea desde el cabo Vilán hacia el cabo Tosto y el Cementerio de los Ingleses, donde yacen los 172 marineros que perdieron la vida en el naufragio del Serpent en 1890. Una triste historia para un grandioso paisaje en el que, si la veda está abierta, se ve a los percebeiros arrancando el preciado crustáceo de las rocas en medio del oleaje.
El límite entre las Rías Baixas y las Rías Altas se encuentra en la Ría de Muros y Noia. Muros se emplaza en la zona más al norte y más quebrada, y al fondo, en el este, se sitúa Noia dibujando un litoral más amplio y con formas más suaves. Ambos cascos rivalizan en atractivos y esconden tesoros de la vida marinera y de la arquitectura tradicional. Uno y otro han sido declarados Conjunto Histórico-Artístico.
Portosín es un puerto pesquero, dedicado casi en exclusiva al cerco y al marisqueo. Su excelente situación en la Ría de Muros y Noia y su proximidad a Santiago de Compostela ha propiciado que en Portosín se sitúe el mejor puerto deportivo de esta ría, el Club Náutico Portosín. La espléndida playa de Coira, en el centro del pueblo, y la variedad y cantidad de terrazas y restaurantes que salpican las proximidades del puerto, así como la mejora de las comunicaciones con Santiago de Compostela, han contribuido a que Portosín disfrute de un agradable y distendido ambiente veraniego.
Portosín está muy próximo a Noia, villa con gran relevancia desde la época medieval. Tanto las iglesias románicas como el casco antiguo merecen una reposada visita.
Desde el año 1977
Real Club Náutico Portosín, entidad de carácter náutico deportivo sin ánimo de lucro, ubicado al sureste de Cabo Finisterre y al noreste de Cabo Corrubedo, en el privilegiado enclave que forma la Ría de Muros e Noia, separándolos escasos 30 km. de Santiago de Compostela, lo que les convierte en el puerto deportivo más cercano a la capital gallega. Una entidad creada para el fomento de la práctica de las actividades náuticas, con especial atención a la navegación a vela en todas sus formas, disponiendo para ello de una Escuela de Vela que trata de facilitar el conocimiento de esta maravillosa forma de navegación a todos los interesados en ella.
Por supuesto no dan la espalda a ninguna otra actividad náutica, siendo relevante en el club la sección de pesca deportiva y existiendo también un progresivo aumento de los aficionados a la actividad de remo y buceo.
Son una sociedad hospitalaria que disfruta con la llegada de un gran número de navegantes en tránsito, que les visitan año tras año y aspiran a que ese número siga creciendo como resultado de la satisfacción de quienes lo conocen.
Con un litoral abrupto donde el mar salpica el alma, las Rías Altas prometen vivir una de las experiencias viajeras más intensas de la Península, en una costa en parte virgen donde no es extraño compartir mirador con un caballo salvaje
Quien pasa la Marola, pasa la mar toda.
Se refiere a una isla que hay en la costa gallega y en la que la mar arbola mucho. Por lo tanto, quien no sufre ningún percance allí, puede navegar tranquilamente por todos los mares del mundo. ¡Buenos Vientos !